Ser terapeuta menstrual no es fácil

Creo que es una de las experiencias más auténticas y amorosas que que experimenté en mi vida. Zulma es lo que enseña, y sus saberes se transmiten no solo en los apuntes, sino con la simple vivencia y convivencia. Definitivamente marca un antes y un después. Ser terapeuta menstrual no es fácil, requiere transitar por lugares dolorosos para sanar y liberarse de miedos, culpas y rencores. Pero definitivamente recomiendo hacerlo con una guía y un grupo de mujeres despiertas o por lo menos en el camino. Y no es solo amor y paz, es hacerse cargo, aprender a sostener y soltar, a dar fin a los ciclos. Hasta ahora mi camino de evolución espiritual se había nutrido de enseñanzas del Yoga y Vedanta, no las he desterrado, pero la terapia menstrual me enseñó que mi cuerpo es mi mejor maestrx, es la fuente que siglos de patriarcado no pueden ocultar. Gracias Zul por haber aparecido en mi vida! Corina Coria de Argentina