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RUEDA DE CONVERSACIÓN: MUJER CÍCLICA

Por Marília Siqueira Gratão, Brasil

Terapeuta Menstrual Certificada

En homenaje al Día de la Mujer (8 de marzo), tuve la oportunidad de ofrecer a la Escuela Estatal Maurício Milani, una rueda de conversación sobre la naturaleza cíclica de la mujer, los días 12, 13 y 15 de marzo. El círculo acogió a todas las niñas de la escuela, desde el sexto año hasta el tercer colegio. Se crearon diversos círculos, en períodos diferentes, para atender a las diversas edades de las niñas, adecuando el vocabulario y los asuntos abordados.

Todos los círculos tuvieron como base una introducción a la Terapia Menstrual, desarrollada por la terapeuta argentina Zulma Moreyra. Esta terapia, consiste en un conjunto de saberes ancestrales femeninos, que fueron compilados con técnicas de curación energética, para conectar a la mujer a su cuerpo cíclico y la ciclicidad de la propia naturaleza, como las fases de la luna y las estaciones del año.


En principio, mencioné los cambios biológicos, emocionales y psíquicos que se inician a partir de los 8 años de edad, para la llegada de la Menarca (primera menstruación). Le pregunté cuál era la relación con la menstruación y cómo había sido la menarca. Para la gran mayoría de las niñas, la menstruación sigue siendo un tabú y se entiende como algo asqueroso, impuro, dolorido, malo, vergonzoso e indeseable.

Para resignificar esa relación negativa con la menstruación, presenté a los círculos, un estudio antropológico de la menstruación, el cual hace referencia a las mujeres del período paleolítico. En ese período, la menstruación era vista como algo sagrado, directamente ligada a la fertilidad ya la vida. Además, era el hecho de que la mujer menstruara y parara, que hacía de ellas un ser sagrado y especial.

El período menstrual, se consideraba un momento de profunda meditación, intuición y sabiduría compartida en rueda por las mujeres, dentro de una tienda roja, donde ellas devolvían directamente su sangre a la tierra, a fin de fertilizarla. Generalmente, quedaban en la carpa por una semana, durante la luna nueva; mientras los hombres quedaban del lado de fuera dando apoyo y seguridad a ellas. Sin embargo, con la revolución agrícola, la fijación en lugares fértiles, el surgimiento de la propiedad privada y la domesticación de los animales, la concepción del mundo fue modificada. Las mujeres fueron poco a poco siendo apartadas de su naturaleza sagrada y subyugada al control y el dominio de los hombres. Con el tiempo, todo lo que se refería al universo femenino, fue siendo violado, reprimido, escondido por la nueva cultura que se formaba. Y desgraciadamente, hasta hoy, las mujeres todavía son educadas para tener asco y vergüenza de sí mismas.

Además de la menstruación, otros temas tabúes se abordaron, como: la sexualidad, el embarazo en la adolescencia y la menopausia. Sobre la sexualidad, he enumerado a partir del octavo año, la importancia de cuidar de nosotros mismos, de amarnos en primer lugar, antes de relacionarnos con alguien. Destacamos los diversos tipos de relaciones abusivas, y las formas de violencia en relación a la mujer, más allá del físico, pero también en la dimensión psicológica y emocional. Hablamos sobre los patrones de relaciones en nuestra sociedad, la forma sumisa y de dependencia que somos colocadas en relación al hombre, sea financieramente, como emocionalmente, como si, sólo pudiéramos ser felices cuando el príncipe encantado llegar. Hablé sobre los cambios energéticos de las parejas, presentando el útero como un vaso sagrado y la vagina como puerta de entrada. Y dejé en el aire la cuestión: ¿para quién entregaremos nuestra clave? ¿Qué tipo de energía y relaciones queremos y deseamos para nosotros?

Para los sextos y séptimos años, el tema sobre la sexualidad se dirigió a la cuestión de los abusos sexuales y la importancia de denunciar tales actos a los profesionales responsables, como: el médico, el psicólogo, el consejo tutelar, y la policía.

Sobre el embarazo en la adolescencia, he abordado a partir del octavo año, la perspectiva de la responsabilidad y del cuidado de sí y del otro. Mencione la dificultad de la mujer contemporánea con la sobrecarga de los quehaceres domésticos, con los hijos, el trabajo fuera, además del alto índice de abandono paterno, de las dificultades económicas que una nueva vida engendra, entre otras cuestiones. Fue un momento muy interesante, porque había niñas madres, que incluso se sintieron la voluntad de narrar sus experiencias y dificultades en ser madres jóvenes.

Sobre la etapa de transición de la mujer a la menopausia, he abordado el sentimiento de soledad que las mujeres sienten al envejecer, el cobro social de un patrón estético joven, fértil, dispuesto, productivo y lucrativo. A partir de eso, trabajamos la idea de auto-aceptación, y del cuidado de sí, del hacer lo que se tiene placer, del cuidado con la salud física, mental y emocional, para vivir bien, siendo nosotros, la única persona que siempre con el fin de nuestras vidas.

Incluso adentrando en asuntos que merecen mucha atención y cuidado, todo esto fue puesto de una manera muy ligera, alegre y acogedora. Después de los círculos, la coordinadora de la escuela recibió algunas cartas de las niñas agradeciendo, pidiendo ayuda, profundización en determinados temas, de donde percibimos un retorno bien positivo de la rueda. Por eso, daremos continuidad a los círculos, basada en la Terapia Menstrual, a través del Programa del Estado de São Paulo, Escuela de la Familia, el cual ocurre todos los fines de semana. De acuerdo con el ritmo de la terapia, seguiremos nuestros encuentros una vez al mes, con la duración de dos horas por encuentro, por seis meses.


Sin más, quisiera terminar mi escritura, agradeciendo profundamente a TODA el equipo de la Escuela Maurício Milani, por la acogida, asociación y cariño de siempre.

atentamente

Marilia Siqueira Gratão (Filósofo de la Universidad Estatal de Londrina, Master en Filosofía del Arte y Estética de la Universidad Federal de Ouro Preto – MG, filosofía de enseñanza experta en la Universidad Federal de San Carlos y el terapeuta menstrual Madretierra).

Idioma Original

Roda de conversa: Mulher cíclica

Em homenagem ao Dia da Mulher (8 de março), tive a oportunidade de oferecer à Escola Estadual Maurício Milani, uma roda de conversa sobre a natureza cíclica da mulher, nos dias 12, 13 e 15 de março. O círculo acolheu todas as meninas da escola, desde o sexto ano até o terceiro colegial. Foram criado diversos círculos, em períodos diferentes, para atender as diversas faixas etárias das meninas, adequando o vocabulário e os assuntos abordados.

Todos os círculos tiveram como base uma introdução à Terapia Menstrual, desenvolvida pela terapeuta argentina Zulma Moreyra. Essa terapia, consiste em um conjunto de saberes ancestrais femininos, que foram compilados com técnicas de cura energética, para conectar a mulher ao seu corpo cíclico e a ciclicidade da própria natureza, como as fases da lua e as estações do ano.

Assim, apresentei às meninas a relação das quatro fases do ciclo menstrual (foliculoestimulante, ovulatória, lútea e menstruação), com os períodos de transição da mulher (menarca, gravidez, sexualidade e menopausa), as fases da lua (crescente, cheia, minguante e nova) e as estações do ano (primavera, verão, outono e inverno).

A princípio, mencionei as mudanças biológicas, emocionais e psíquicas que se iniciam a partir dos 8 anos de idade, para chegada da Menarca (primeira menstruação). Perguntei a elas qual era a relação com a menstruação e como tinha sido a menarca. Para a grande maioria das meninas, a menstruação ainda é um tabu e compreendida como algo nojento, impuro, dolorido, ruim, vergonhoso e indesejável.

Para ressignificar essa relação negativa com a menstruação, apresentei aos círculos, um estudo antropológico da menstruação, o qual faz referência às mulheres do período paleolítico. Nesse período, a menstruação era vista como algo sagrado, diretamente ligada à fertilidade e à vida. Além disso, era o fato da mulher menstruar e parir, que faziam delas um ser sagrado e especial.

O período menstrual, era tido como um momento de profunda meditação, intuição e sabedorias partilhadas em roda pelas mulheres, dentro de uma tenda vermelha, onde elas devolviam diretamente seu sangue à terra, afim de fertiliza-la. Geralmente, ficavam na tenda por uma semana, durante a lua nova; enquanto os homens ficavam do lado de fora dando apoio e segurança à elas. Porém, com a revolução agrícola, a fixação em lugares férteis, o surgimento da propriedade privada e a domesticação dos animais, a concepção de mundo foi sendo modificada. As mulheres foram aos poucos sendo apartadas de sua natureza sagrada e subjugada ao controle e o domínio dos homens. Com o tempo, tudo o que se referia ao universo feminino, foi sendo violado, reprimido, escondido pela nova cultura que se formava. E infelizmente, até hoje, as mulheres ainda são educadas para terem nojo e vergonha de si mesmas.

Além da menstruação, outros temas tabus foram abordados, como: a sexualidade, a gravidez na adolescência e a menopausa. Sobre a sexualidade, elenquei a partir do oitavo ano, a importância de cuidarmos de nós mesmas, de nos amarmos em primeiro lugar, antes de nos relacionarmos com alguém. Destacamos os diversos tipos de relacionamentos abusivos, e as formas de violência em relação à mulher, para além do físico, mas também na dimensão psicológica e emocional. Conversamos sobre os padrões de relacionamentos em nossa sociedade, a forma submissa e de dependência que somos colocadas em relação ao homem, seja financeiramente, como emocionalmente, como se, só conseguíssemos ser felizes quando o príncipe encantado chegar. Falei sobre as trocas energéticas dos casais, apresentando o útero como um vaso sagrado e a vagina como porta de entrada. E deixei no ar a questão: para quem entregaremos a nossa chave? Que tipo de energia e relacionamentos queremos e desejamos para nós?

Já para os sextos e sétimos anos, o assunto sobre a sexualidade foi direcionado à questão dos abusos sexuais e da importância de denunciarmos tais atos aos profissionais responsáveis, como: o médico, o psicólogo, o conselho tutelar, e a polícia.

Sobre a gravidez na adolescência, abordei a partir do oitavo ano, a perspectiva da responsabilidade e do cuidado de si e do outro. Mencionei a dificuldade da mulher contemporânea com a sobrecarga dos afazeres domésticos, com os filhos, o trabalho fora, além do alto índice de abandono paterno, das dificuldades econômicas que uma nova vida engendra, entre outras questões. Foi um momento muito interessante, porque havia meninas-mães, que inclusive se sentiram a vontade para narrarem as suas experiências e dificuldades em serem mães-jovens.

Sobre a etapa de transição da mulher para a menopausa, abordei o sentimento de solidão que as mulheres sentem ao envelhecer, a cobrança social de um padrão estético jovem, fértil, disposto, produtivo e lucrativo. A partir disso, trabalhamos a ideia de auto-aceitação, e do cuidado de si, do fazer o que se tem prazer, dos cuidados com a saúde física, mental e emocional, para se viver bem, sendo nós, a única pessoa que sempre estará conosco mesmas até o fim de nossas vidas.

Mesmo adentrando em assuntos que merecem muita atenção e cuidado, tudo isso foi posto de uma forma muito leve, alegre e acolhedora. Após os círculos, a coordenadora da escola recebeu algumas cartas das meninas agradecendo, pedindo ajuda, aprofundamento em determinados temas, donde percebemos um retorno bem positivo da roda. Por conta disso, daremos continuidade aos círculos, alicerçada na Terapia Menstrual, através do Programa do Estado de São Paulo, Escola da Família, o qual acontece todos os finais de semana. De acordo com o ritmo da terapia, seguiremos nossos encontros uma vez por mês, com a duração de duas horas por encontro, por seis meses.

Sem mais, gostaria de finalizar a minha escrita, agradecendo profundamente à TODA equipe da Escola Maurício Milani, pela acolhida, parceria e carinho de sempre.

Atenciosamente

Marília Siqueira Gratão (Filósofa pela Universidade Estadual de Londrina-PR; Mestra em Filosofia da Arte e Estética pela Universidade Federal de Ouro Preto – MG; especialista em ensino de filosofia pela Universidade Federal de São Carlos e Terapeuta Menstrual Madre Tierra, com a terapeuta Zulma Moreyra).


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