top of page

PARA MÍ

Actualizado: 23 mar 2020

Por Valeria Boruch, Argentina

Me emociono sin saber aún lo que voy a decirte. Y ya lo sé todo. Palabra por palabra. Bueno, las palabras, no. Esas van a ir saliendo. Pero lo demás, lo sé. Absolutamente y sin ninguna duda. Lo sé. Porque te conozco. Sé lo que pensás. Lo que sentís. Sé que tenés miedo. Que te sentís incapaz. Que sentís que no tenés amor suficiente. Que estaría bueno que pase, pero que vos no naciste para eso. Y, sin embargo, te gustaría…

Ves cómo lo sé todo? Que pensás que otras sí, pero vos no. Que no sabés ni cómo se agarra. Menos cómo se cuida, se cambia. Nada. Pensás que no sabés nada. Y te da bronca no saberlo. Te da bronca que nunca te llamó la atención saberlo. Sin embargo, querías… Te dije! Yo lo sé todo. Sé como si fuera yo la que lo pensaba. Y lo pensabas vos. Sé que un día te animaste y dijiste “bueno, a ver qué pasa”. Y ahora te morís de miedo porque está dentro tuyo. Te miro cuando te reís. Ahora que tenés la tirita en la mano y ves las 2 rayitas y te reís y decís que no hay marcha atrás. Sé que estás muerta de miedo. Mirá cómo te conozco. Te conozco y te veo. Ahora que no sabés si se mueve. Que te sentís diferente, pero no sabés si se mueve. Te conozco. Te veo, aguantándote las ganas de llorar. Llorar de miedo. Sólo por miedo, porque está todo bien. Se mueve, pero todavía vos no lo sentís. Y también te veo, ahora, que seguís pensando que no sos capaz. Que no sabés ni cómo se alza. Y el cuerpo que sigue engordando. Te veo, te conozco atrás de esa cara de segura. Te veo mirándote la panza y pensando que no vas a saber ni jugar. Y te veo ahora mismo, decidiendo si acá, allá. En casa, en dónde! Te veo porque está pasando ahora mismo. Te veo la panza y a mí me cuesta creer que el tiempo pasa y pasa. Estás gorda! Y linda! Y vos, que no sabés si estás linda. Que no sabés si estás gorda. Y te reís. Aunque sé que a veces querés llorar. De miedo. Llorar de miedo. Te conozco y te digo que sí. Que decidiste bien. Que mejor, acá. Que está bien lo que pensás. Te lo digo porque te veo con un miedo… Para darte ánimo! Te conozco. Tan segura y por dentro, tan asustada. Seguís pensando en cómo se sostiene. Pero te va a salir. Quedate tranquila que eso se aprende. De lo otro, no querés ni hablar. Hablar con vos misma, digo. Porque con los demás, te hablás todo! Quedate tranquila que vas a poder. Te veo, sabiendo que sabés. Pero no te lo podés creer! Sabés! Quedate tranquila. Sabés! Te veo caminando, llorando, doliendo, sabiendo. Ya no pensás. Mejor! No pienses! Dejate ser. Vas a saber. Tranquila que vas a saber. Te conozco. Te veo alzando y pensando que no sabés cómo se hace. Y te veo alzando. Y sabiendo. Te veo la teta. Y veo que come. Te veo los brazos y sé que podés. Te veo el cuerpo. Te veo. Todo el tiempo te veo. Te veo la cara y sé que sos feliz.

Texto de Valeria Boruch, enviado por Victoria Lagos



11 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page