‘No More Kegels!’
Por Gabriela Angueira, España
Katy Bowman lo explica muy claro: “Tenso no es igual a fuerte. (Un músculo) tenso es eso: TENSO”. La insistencia de ciertos medios en “fortalecer” el Suelo Pélvico a través de los ejercicios de Kegel, no hace más que empeorar la calidad de vida de miles de mujeres en todo nuestro mundo Occidental.
Las disfunciones del Suelo Pélvico son un mal que afectan tanto a hombre y mujeres en nuestro mundo Occidental, como a una buena porción del planeta occidentalizada. Pero, ¿qué tiene que ver nuestro modo de vida “Occidental” con nuestro Suelo Pélvico? Lo tiene que ver todo. Básicamente por la manera en que nos sentamos, perdón, me corrijo: por la inmensa cantidad de horas que podemos llegar a pasar sentados de la manera en que nos sentamos.
En mi trabajo con mujeres embarazadas, que es el grupo donde más sale a la luz la problemática del Suelo Pélvico, insisto en la importancia de sentarse en cuclillas, en la necesidad, en la GRAN necesidad que tiene el cuerpo de recuperar la postura en cuclillas y adoptarla como forma habitual de sentarse. Y no sólo durante el embarazo, no, durante toda la vida. Claro está que si tienes 30 años y la última vez que te has sentado en cuclillas ha sido cuando tenías 5, pues, vas a tener que ir preparando el cuerpo poco a poco…

Habrás reparado en la edad que sugerí, ¿verdad? A partir de los 6 años comienza, el líneas generales en todo el mundo la escolarización, esa de pasar 4 o más horas al día con las posaderas en un banco o una silla y luego un rato más en casa haciendo deberes (en algunos casos más que otros, según la dificultad en completar la tarea…) Aquí comienza, de alguna manera, el comienzo de todos los males de espalda que el ser humano pueda llegar a sufrir durante toda su vida. En el colegio. Pero bueno, no nos vayamos de tema…
El problema fundamental de nuestra postura sentados es que hacemos un mal uso de nuestra osamenta y, en la mayoría de los casos, estar sentados se transforma en un “estar echados”, dejando que el cuerpo pierda su alineación y su dignidad naturales. Esta postura, tan generalizada y abalada por miles y miles de transportes públicos, salas de espera, colegios, universidades, empresas, invitan al cuerpo a adoptar unas formas tan carentes de armonía que llevan al tronco a tomar “asiento” sobre o hacia el sacro, llevando a la columna a redondearse, los hombros cerrarse, la cabeza ir hacia el frente. De esta manera el Suelo Pélvico se va tensando más y más, cada vez un poco más. En muchísimos casos, el problema de la debilidad del Suelo Pélvico no está en que esté carente de tono, si no en que se ha vuelto hipertono y ha perdido su capacidad de alargarse, su capacidad de relajarse. En muchísimos de estos casos llega entonces la recomendación: “practica Kegeles” y ay! el Suelo Pélvico no hace más que esfuerzos vanos por recobrar su “fuerza” (que nada tiene que ver con “tensión”)El mérito del Dr.Kegel ha sido grande y noble: ha logrado que el Suelo Pélvico sea una región de la cual podemos hablar, aunque aún estamos lejos de poder hablar sobre este tema de manera completamente abierta y preguntarle a alguien acera de su Suelo Pélvico como lo haríamos sobre su brazo. Pero estamos en ello.
El Dr. Kegel logró quitar toneladas de tierra a una zona “tabú”, de manera que poco a poco y desde diferentes ámbitos vamos logrando quitar todas las motas de polvo para permitir que el Suelo Pélvico ocupe un lugar importante en nuestra salud y en el cuidado de nuestro cuerpo. Y no antes o después del parto, no. Durante toda la vida.
Espero que no se me malinterprete: los ejercicios de Kegel no son “malos”. Así como tampoco lo son los abdominales hipopresivos. Simplemente que son técnicas adecuadas a algunos casos, a algunas personas, a algunos Suelos Pélvicos pero son completamente inútiles (y es más, son perjudiciales) para muchos otros casos, personas y Suelos Pélvicos.
Identificar CÓMO está tu propio Suelo Pélvico es fundamental para conocer la técnica que mejor se adecue a las necesidades de TU propio Suelo Pélvico.
De momento y mientras lo averiguas, siéntate un ratito en cuclillas. Tu suelo pélvico se alargará, y recuerda: la musculatura, (ya sea la del Suelo Pélvico o la de cualquier otra zona) para cumplir sus funciones y permanecer SANA, debe poder alargarse y contraerse a partes iguales. La mejor garantía para mantener la salud en tu Suelo Pélvico es salir ahora mismo de ese asiento en el que te encuentras y buscar la manera de sentarte en cuclillas. Aunque sea dos minutos. ¿Quieres intentarlo?
En países como India, es habitual ver a la gente sentada de este modo, incluso cuando viajan en tren.

El beneficio de esta postura es absoluta para el organismo, ya que además de permitir al
Suelo Pélvico mantenerse sano y noble colabora con la correcta postura corporal,
y con una evacuación eficiente y regular.
Gabriela Angueira
Maga Angueira, guardiana de La Yurta Roja, profesora de yoga, formadora de facilitadores/as de Yoga Nidra, co-creadora de Mujer Creciente y guardiana de la sabiduría de la Terapia Menstrual Madretierra
www.yoganidrarset.com / www. mujercreciente.com / www.layurtaroja.com