Menos es más

Como decía inteligentemente uno de mis profesores de teatro, “Menos es más”.
Esto aplicado al contexto teatral fue cuando el alumno/actor exageró mucho en la escena y para limpiar la actuación el profesor puso esta frase, porque exageración es exageración.
Tratándose de terapia menstrual, traigo esta sabiduría para aconsejar a las futuras terapeutas que en su tesis no tomen más, ni menos de tres consultoras.
Precisamente en el texto anterior comenté que atendí a cinco consultoras porque eran amigas, sería injusto atender a tres y dejar fuera a dos, más aún cuando viven juntas. Ciertamente constelamos algo en nuestro proceso juntas, pero un mes de maratón con cinco mujeres equivale a treinta citas, ya que cada consultora requiere seis sesiones. ¡Imagina!
De las matemáticas podríamos saltar fácilmente a la psiquiatría por el posible colapso, pero afortunadamente no fue así. Resistí a través del compromiso, la fe y el amor en lo que estaba haciendo.
Siguiendo la dinámica de positivos y negativos, sólo tres de las cinco mujeres llegaron a la conclusión de la terapia. Dos no cumplieron por falta de tiempo, solo faltaron a la última cita. Entre los tres que terminaron, pude evaluar y seleccionar qué caso quería escribir, es decir, tenía posibilidades de elección y fue una delicia.
Aprendí mucho de estas mujeres porque, a pesar de que el grupo tenía mucha afinidad, cada servicio era único. Sus edades eran 27, 32, 39, 42 y 50, diferentes etapas de la vida. Por lo tanto, las consultas podían ser las mismas, pero en cuanto al estado de ánimo, el tiempo, la dinámica, la respuesta, eran únicas y era interesante observar y seguir cada una.
En cuanto al aspecto negativo, creo que como hubo mucha atención y poco tiempo, fue mucho para mí, porque ya no podía programar ni actualizar los archivos de los consultores, no podía anotar detalles de la cita porque no pude. Menos aún podía prestar atención a mi proceso particular y digerir información porque era demasiado estímulo.
Pero algunas terapeutas del grupo que vieron a uno o dos consultores se frustraron porque no tuvieron el resultado deseado, bloqueando la redacción de la tesis. Por lo tanto, en este sentido agradezco el trabajo realizado con mis amigas consultoras, no fue fácil, pero pude culminar esta etapa tan importante del curso y de la vida.
Aline Nieri