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La Diosa del amor



Esa noche tuve otro sueño, soñé con la diosa del amor. Normalmente, antes de tomar el té de limpieza, rezo y me propongo en el altar de las mujeres en la casa como un ritual diario. Hablo con todas las devis (diosas) en el altar para ofrecerme y entregarme en sus manos, para que la obra se lleve a cabo como debe ser.

Místicamente, la más grande de las diosas se manifestó a través de un sueño. Soñé con Radharani la fuente del máximo amor y dos de mis hermanas que la adoran. En el altar Radharani es muy pequeña y en el sueño Ella era muy grande, tan alta como el techo de la casa. Sus características y detalles eran exactamente como el altar solo en otra dimensión. Su dulzura y luz eran abrumadoras. A menudo dicen que los dioses y los semidioses son enormes, creo que pude vislumbrar lo que es celestial.

En el sueño, Radharani estaba fuera del altar, de pie en la misma postura que cuando la vi allí. La miraba fijamente y admiraba Su belleza, cuando de repente noté que cambiaba sutilmente la posición de Sus brazos. Fue increíble e increíble ver a la deidad viva.

Llamé a mis hermanas de inmediato para compartir darshan (visión espiritual) con ellas, pero no creía en la posibilidad de que vieran lo que hice. Estaba pensando en el riesgo de llamarme loca o algo pasado de moda si no veían a Radharani moverse.

Finalmente, cuando los tres nos acercamos a la diosa, ella volvió a moverse con una dulce sonrisa en el rostro. Su mirada era como un campo de flores iluminado por el resplandor del cielo. Su movimiento era danza, suavidad y elegancia celestial. Tal visión nos tiró al suelo en una postura de reverencia a Radharani, honrando y agradeciendo lo que había sucedido. Congelamos nuestros cuerpos en dandavats (reverencias inclinadas) debido al éxtasis inundado de amor.

Cuando desperté, me intrigó la viveza del sueño durante un rato. Mis días comenzaron a prestar más atención al altar y mi relación con la deidad cambió considerablemente a medida que la sentía viva. Con esta experiencia astral me siento bendecida, fuerte, protegida y guiada por la diosa. La oración diaria me conectó profundamente con Ella y fue uno de los sueños más memorables que he tenido en esta vida. Lo guardaré para siempre.


Aline Nieri

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