Flor de cactus
Por Melina Vargas
Vivo en Santiago de Chile ya hace un año, pero habían sido pocas las veces durante este año que me había decidido a dar una vuelta por los pueblos que rodean la ciudad capital. Estaba en la búsqueda de una mujer con una historia para contar y resulté encontrando una mujer que cambio la historia de mi día.
En estación central nos encontramos, ahí estaba vestida de rojo y negro, con su pelo largo y largo y largo me esperaba Leia, la bailarina, la gitana, la flor en el desierto. Tomamos un bus en dirección a Buin y allí me recibió en su casa llena de vida y de recuerdos, de plantas, de su abuela y de su padre. Iniciamos un viaje pintado con sangre.
MV: Siempre me he preguntado como poder vivir realmente esto que muchas mujeres nos enseñan o mejor nos ayudan a recordar, acerca de vivir la menstruación como un proceso creativo.
Si bien es un momento de caos y muerte es también un momento de vida y creación. Sin embargo muchas veces no lograba integrar esto realmente a mi vida; Yo siento que di este paso, cuando deje de botar mi sangre a la basura, cuando empecé a usarla para soñar, dibujar, para regar las plantas, para observarme. Entonces cuando ví tu trabajo dije – Este es un claro y bello ejemplo ( por que mis dibujos no son tan bellos jajajajaja) de como nuestra muerte y nuestro caos son también nuestra gran creación.
Como la madre, que nos crea a través de una gran explosión de vida, desde el parto o el hacer el amor.

Cuéntanos Leia como empezó todo este proceso.
L: Muchas veces había escuchado de mujeres que jugaban con su sangre y pintaban con ella. Yo nunca me había atrevido, pero el año pasado dije – Ya, vamos a jugar!-
Yo había empezado a usar la copa menstrual y claro, al entrar en este proceso uno inevitablemente empieza a interactuar mucho mas con su sangre, a verla y leerla.
Yo igual sentía que tenía que darle mas sentido, mas allá del juego de la observación. Entonces cada vez que dibujo con mi sangre me conecto mucho con el proceso personal por que el que estoy pasando; Así que hay mucho de amor y desamor en estas historias –jajajajaja-.
MV: De realidad
L: Claro de realidad, realidad emocional y onírica también.
MV: Háblanos de algunos de tus dibujos
L: Yo el año pasado retomé el flamenco, los ritmos y los palos. Entonces me dieron ganas de empezar a cantar flamenco, yo siempre he dejado un poco del lado el área musical, pero me encanta. Sin embargo he tenido un prejuicio interno, sentir que son mas los hombres lo que se dedican ha hacer la música y no las mujeres. Entonces en este dibujo puse al hombre, como un cantaor reprimido, al que yo no he dejado cantar. Este dibujo tiene que ver con eso, un reencuentro con el músico masculino interno, que no quiero rechazar. Acá dibujé a mi YO femenino con mi YO masculino, mezclados y conectados en unión.
MV: Leia, ¿mezclas la sangre con algo en especial o tienes algún proceso en con ella antes de pintar?
L: Este fue mi primer mi primer dibujo y en él mezcle la sangre con agua; Pero ahora ya no la mezclo con nada.
MV: ¿Qué es lo que ha resultado para ti de manera interna el pintar con tu sangre?
L: Un proceso muy catártico y ritual para principalmente cerrar o iniciar ciclos. El periodo del sangrado es un momento en el que de cierta forma algo está muriendo y transmutando. Dibujarlo en la sangre es atreverse a verlo, darle forma. Si bien yo trato de darle sentido al momento personal por el que estoy pasando, muchas veces empiezo a dibujar sin objetivo y es el dibujo el que me empieza hablar y aclarar el momento por el que paso.
MV: ¿Qué pasa con las sangre que no usas para pintar, a dónde se va?
L: A las plantas del jardín de mi abuela. Me gusta mucho darle sangre a las plantas que suelo consumir, el palto, el cedrón , las uvas y a los cactus de mi abuela que viven cerca de mi pieza.
MV: Antes que usaras la sangre para pintar, ¿Qué pasaba con ella?
L: Se iba en una basurero con una toallita desechable – jajajaja –
MV: ¿Cómo ha sido para tu ser cambiar los hábitos de botar la sangre a la basura?
L: Ha sido incluir un proceso creativo a mi vida. Una amiga antropóloga me incitó mucho a que yo usara la copa. Ella me decía – No puedo creer que tú Leia, que trabajas con el vientre y las mujeres sigas usando toallas higiénicas desechables-
Y claro siempre desde el discurso – Hay que hacerse cargo de lo que sale de ti-
De a poco en mi se empezó a dar la oportunidad de crear con mi sangre; Creo y siento que no fue una decisión tan racional, fue mas como una cadenilla de cosas. Tenía las ganas, se dieron las circunstancias, estaba con mi luna, bailaba y todo fluía –jajaja- Y claro todo empezó con el flamenco, que es una música llena de cantos sangrantes –jajajaja- Una música llena de catarsis y erupción, mucho fuego interior.
MV: Leia vi que estabas haciendo unos dibujos que algo tenían que ver con tus abuelas, Cuéntanos de ese viaje.
L: Ese viaje surge de una charla con mi abuela, en la que ella me daba sus opiniones con respecto a mi vida y como yo la he estado llevando. Yo en ese momento me sentí como una de sus flores favoritas; como la flor del cactus, una planta difícil de entender , llena de espinas, pero que cada cierto tiempo entrega hermosas flores. Ella a pesar de que me ve con muchas espinas y cosas que no entiende, es capaz de también ver mi flor y amarme tal y como soy; de ahí nació la inspiración para pintar las flores de cactus de mi abuela. Después de eso juntando a mis dos abuelas en el corazón, sentí también dibujar las flores favoritas de mi abuela materna, las rosas, la pasión. Ella era una mujer muy apasionada e intelectual; ella estudio en la universidad en un tiempo que era difícil para las mujeres estudiar y se enamoró de un huaso de campo completamente opuesto y era una relación en la que estaba puesta toda la bella pasión del mundo.
Yo me compré una pluma para dibujar y antes de comprarme la pluma yo soñé que iba a una librería a comprar papel y plumas para dibujar con mi sangre, iba por la calle vestida con un vestido transparente en el que se veían mis pechos. En esa misma librería habían mas mujeres también vestidas con ropa transparente, pero llevaban ropa interior, yo en el sueño pensaba – Ojalá no les de miedo a ellas ser tan transparente- Después de eso compré la pluma y bueno eso le da mucha mas definición al trazo.
MV: ¿Cómo es tu vida y tu conexión con el vientre?, ya que tu danzas desde ahí.
L: Hay una frase que una amiga me dijo hace poco, que siento tiene que ver mucho con lo que he vivido y que nunca había podido verbalizar. El lenguaje y la comunicación del cuerpo son poesía, están en otro plano, en un plano mas sensitivo, metafórico y hasta metafísico.
Es fácil verbalizarlo pero son solamente sensaciones, siento que eso es lo que me ha movido a bailar y lo que me ha entregado la danza; conectarme con ese plano de poesía que no es verbal.

Para mi la danza del vientre ha sido una apertura hacia mis propias sensaciones y me ha llevado a tener conciencia de mis estados.
MV: Gracias infinitas Leia; Para mi venir hoy hasta acá ha sido un gran regalo, así como cuando la monja se despeluca –jajajaja- por que a veces cuando uno se deja agarrar por hacer esto y lo otro, de repente uno muchas veces deja de hacer lo que el alma pide. Así que venirme hoy para acá y sumergirme en este universo tuyo de colores, rosas , árboles y danza ha sido como un Pufffff!!! Una vez mas es una mujer quien me da una chispa de vida, por eso estoy enamorada de las mujeres. Han sido siempre las que me han empujado a la vida, al disfrute, a la locura. Gracias por incluir a tus abuelas en este proceso de creación, ya que ellas son tu raíz y están implícitas en tu sangre. Gracias por recordarnos eso y ayudarnos a sentirlo.