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Entrevista a Verónica Romar


Por Liliana Altamirano

Udu: el “objeto” que expresa, representa y transforma el dolor físico, emocional o del alma de la mujer

Liliana Altamirano

Creadora de este Udu y de la Nota.

• Entrevista con Verónica Romar, musicoterapeuta argentina, creadora del taller Sanando la matriz. Creación Conciente de instrumentos musicales femeninos

• Mujeres de Chile, Bolivia, Argentina, España, Venezuela y México han creado sus udus, pero ha sido en México donde ha tenido mayor repercusión

Años de ejercicio profesional, experiencia clínica, retroalimentación con otros profesionales de la salud, trabajo interior con las propias heridas y la sensibilidad precisa para escucharse a sí misma llevaron a Verónica Romar a diseñar una terapia ritual a través de la cual se crea un objeto tangible —en este caso un instrumento llamado udu, tambor de agua—que expresa, representa y transforma el dolor físico, emocional o del alma de la mujer.

El trabajo que propone la musicoterapeuta y lo que ocurre durante la creación del instrumento conectan con una parte del cuerpo única y exclusiva de la mujer: nuestro útero. Día a día, el udu encuentra su forma conectando yreconciliando a la mujer con su propio cuerpo, con la vida misma y con la magia que todo ser humano posee en su interior, la cual una vez activada, ilumina la conciencia colectiva de hombres y mujeres.La creadora de esta medicina nos recuerda que ante el dolor, (su propio dolor, del cual ella hablaen entrevista) es importante explorar nuevas formas de sanación, crear sinergias y aprovechar de manera positiva el mundo globalizado y el uso de nuevas tecnologíaspara que las mujeres de distintas naciones conversen entre sí. Una vez que las mujeres tienen en sus manos suudu y lo hacen sonar hablan los dolores más ocultos, pero ya no más desde una parte lastimosa si no integrados en la luz y la sombra.En este texto se abordan los antecedentes del taller Sanando la Matriz Creación de Instrumentos Musicales Femeninos y se explica cómo su semilla se ha diseminado en países como Chile, Bolivia, Argentina, España, Venezuela y México, siendo esta última nación donde la propuesta de Verónica Romar ha encontrado tierra fértil a través de un grupo de mujerescomprometidas desde hace añoscon el trabajo profundo con la feminidad: sacerdotisas, terapeutas, doulas, co-madres y brujas co-creando.

1. ¿Cómo nació el taller Sanando la matriz?

VR. Cuando trabajaba en instituciones usaba mucho el taller de creación de instrumentos como un espacio para observar los procesos e integrar todo tipo de pacientes. No importa la patología ni la edad, en esta tarea podemos convivir y co-crear todos.Conocí la técnica de construcción en pasta de aserrín por el año 2000, en un taller que tomé con su creador Esteban Perez Esquivel. Luego de eso trabajé mucho conmigo en la creación de mis instrumentos.[…] en aquel entonces trabajé en espacios institucionales: hospitales psiquiátricos, centros de día de discapacitados, jardines de infantes, un colegio secundario que integraba chicos sordos y oyentes y también en geriátricos y en todos tuve resultados muy favorables.En el 2004 abrí mi taller de construcción de instrumentos a la comunidad y recibí toda clase de personas a las que les enseñé la técnica y fuimos trabajando alguna cuestión emocional, observando lo que pasaba en el proceso de creación, enfocado más que nada en la técnica; posteriormente, con un grupo de profesionales de la salud hicimos un laboratorio en el que profundizamos más sobre lo que ocurría durante la creación.En el año 2006, a partir de la pérdida de un embarazo —si bien venía trabajando con mujeres hacía tiempo— profundizo en mí, me voy hacia adentro como nunca me había sucedido antes y a partir de allí comenzaron a surgir muchas cosas... la información de cómo usar la sangre menstrual a manera deoráculo.A partir de un sueño supe como tenía que trabajar en los círculos de mujeres transmitiendo lo que el sueño me había mostrado, escribí el libro Mujer Dragón El Oráculo de la Sangre y casi gemelo de este sueño empecé a trabajar con mujeres en la sanación de las heridas femeninas a través de la creación de un instrumento de manera terapéutica, ritual.Cada paso de la tarea vibra profundamente con el cuerpo, con el ritmo interno... así fui tejiendo cada uno de los pasos, modifiqué la fórmula de la pasta de aserrín ya que me gustaba más que la pasta fuese blanda y poder trabajarla con cuchara —lo sentía mucho más femenino— y a la par que comencé a acompañar mujeres en esta creación fui creando mis propios instrumentos sagrados... Sanando la matriz sale de muchos años de ejercicio profesional y trabajo interior con mis partes más heridas.

2. ¿Cuál es su función?

VR. El propósito de esta tarea es sanar las heridas femeninas:la propia gestación, si fui o no deseada, abortos, violaciones, abusos, cercenamientos de la creatividad por historia o por cultura,desconexión con el ciclo femenino,problemas de fertilidad... etc., através de la creación de un udu (el primer instrumento que recomiendo crear, luego hay otros que implican otras cuestiones, como la sonaja en particular una que se me mostró en sueños que luego nombramos marakatrust, el kultrum mapuche o los tambores con piel).No es lo mismo hablar de lo que nos duele que trabajar sobre ello con materiales que me permitan conectarme y crear desde lo que me duele: transformar el dolor, poco a poco, paso a paso... hasta transformarlo en un instrumento musical que evoca el útero... el lugar creativo y creador por naturaleza.

3. ¿Desde qué año comenzó y cómo ha venido cambiando de entonces a la fecha?

VR. Comenzóallá por el año 2000 cuando conocí la técnica y la apliqué en mis espacios clínicos. Luego del 2006 lo enfoquémás en las mujeres y nació especialmente esta manera de trabajarlo, asociado al cuerpo, con trabajos de visualización, improvisación sonora, con la voz, acompañada de música grabada o con instrumentos, la inclusión de cuentos del libroMujeres que corren con los lobos y lo que me va surgiendo en cada encuentro con esos seres que vibramos allí...Luego lo armé para transmitirlo a distancia, acompañando el proceso de esa mujer vía mail, ella me cuenta como ha transitado cada tarea, me manda fotos de cada paso, yo intervengo si es necesario y le voy mandando la siguiente tarea.Desde lo técnico son ocho tareas, luego en el medio van naciendo otras depende del proceso que viva esa mujer con ese instrumento en particular.Hace dos años me contactaron unas bellas mujeres mexicanas, ellasquerían hacerlo en grupo a distancia.Así que a crear nuevamente... les fui mandando las tareas y acompañando el proceso grupal e individual de cada una... fue maravilloso... sentir que realmente yo estaba allí... que con cada paso de la tarea, con cada situación que se daba todas vibrábamos en sintonía... aquel proceso ¡¡¡duro un año!!! A partir de allí varias de esas mujeres desearon transmitir Sanando la Matriz a otras mujeres. Y otro desafío más —ya que este es un espacio terapéutico y femenino— y a la vez sentí que las mujeres podemos transmitir esto si estamos bien sostenidas y acompañadas en el rol de facilitadoras, ya que la esencia de esto es dejar que a cada una le pase ¡lo que le tiene que pasar! como siempre digo "este espacio no es en absoluto para agradarles, para que les guste... este espacio es para que les sirva y sanen".Allí entonces comencé a supervisar a distancia a las mujeres que se habían entregado al proceso conmigo durante un año. Ahora me veo en seguir creando una forma de certificación para las que no se han formado conmigo —es difícil avalar a quien uno no conoce— y por eso que propongo supervisar el primer grupo al que quieran transmitir la tarea conmigo, para conocerlas y a la vez honrar la tarea que han hecho con mis primeras discípulas.

4. Cuántas mujeres lo han tomado contigo el taller para replicar la experiencia y formar sus propios círculos

VR. He acompañado en este proceso a muchísimas mujeres, no podría especificar un número, pero sólo hay unas pocas que desearon transmitir y dedicaron su tiempo a formarse y supervisar la tarea conmigo.Estoy armando una web donde figuraran los nombres de las mujeres avaladas por mí para transmitir esta tarea ya que muchas creen que por saber construir un instrumento pueden copiar lo recibido: eso es lisa y llanamente una falta de respeto y ética para todos.Las que hoy están transmitiendo con mi aval y supervisión en México son:Karina Falcón, Maribel Chávez, Selene Caraveo Tuñón, Lila Guerreroy estoy acompañando en su primer círculo a Itzel Pineda(formada por Selene Caravero) y Liliana Altamirano (formada por Maribel Chávez).

5. ¿Existe un proceso de certificación?

VR. El proceso está en creación constante. Hasta ahora como ya estaban formadas conmigo sólo era necesario una supervisión y el trabajo personal del rol de la facilitadora.Ahora como surgen nuevas mujeres formadas por mis discípulas me encuentro creando otros modos más completos ya que hay algunas diferencias en cuanto a lo técnico... entonces lo primero es testear que el proceso técnico sea coincidente con lo que yo transmití originalmente y si hay diferencias pulirlas trabajarlas y crear acuerdos para la transmisión.Luego la certificación se obtiene trabajando conmigo el proceso del transmitir. No es lo mismo lo que pasa cuando tomo el conocimiento para hacer mi udu que lo que me pasa cuando transmito.Por lo general con haber supervisado el primer grupo queda clara cuál es la postura menos invasiva y más eficaz, de la persona que transmite y el espacio para supervisar siempre está abierto. En síntesis para poder transmitir es esencial supervisar conmigo el primer círculo al que se transmita la tarea. Si me encuentro con otras dificultades o diferencias ira cambiando la forma de certificación ya que esto es una creación permanente.

6. ¿De qué países son las mujeres que han tomado contigo el taller, desde la experiencia de crear su propio tambor o como en mi caso para llevar grupos?

Hay mujeres de Chile, Bolivia, Argentina, España, Venezuela y no recuerdo que otros países en este momento, pero fue en México donde tuvo másrepercusión y donde siento que se captó profundamente la esencia de mi tarea.

7. ¿La creación de tu udu es un trabajo que solo estamos llevando las latinas?

VR. No. Acompañé mujeres en España pero ninguna de ellas manifestó el deseo de transmitir o, si lo están haciendo, no me he enterado...

8. ¿Sabes de alguna experiencia en Europa?

VR. No.

Al tiempo que escribo esta nota MujerDragón, Verónica Romar, me comunica que ella y Karina Falcón trabajanen el libro Sanando la Matriz Creación de instrumentos musicales femeninos, el cual saldrá a la luz en octubre de 2014 en México a fin de precisar los detalles de esta tarea y subrayar lo que su creadora quiso transmitir.“Lo que se ha movido en tu bello país (México) con mi propuesta —dice Verónica Romar—superó todas mis expectativas. Estoy tejiendo sobre la marcha y con lo que va sucediendo voy planteando cosas que antes ni imaginaba”.En México se ha creado una hermandad de “uderas”, estas mujeres conducen amorosa y comprometidamente sus talleres, se juntan física y virtualmente, organizan perfomances y recitales,carpas rojas y crean toda clase de propuestas con sus tambores de agua como eje de las propuestas. Asimismo,el grupo de Maribel Chávez Cerrada —integrado por Marbella Campos, Rosa Altamirano, Rosa Romero, Karla Romero y Liliana Altamirano— explora las sonoridades de susudus solos y en ensamble, acompañadas de la energía masculina del músico, actor y director de escena mexicano Iker Arce.—0—



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