EL RETORNO HACIA NUESTRO CENTRO SANO
Colabora Natalia Amengual para Lunario de junio de la Terapia Menstrual
"Algo que siempre me ha atrapado es la conexión//desconexión de las mujeres con nuestra ciclicidad. No me había dado cuenta lo desconectada que estaba de mi naturaleza femenina hasta que empecé a ser consciente de mis falsas creencias.
En mi hogar materno todo se hablaba con libertad, de eso nos jactábamos. Tal vez no usábamos las definiciones o palabras correctas y lo que creemos lo creamos. En mi casa le llamábamos a la menstruación estar “enferma”.
Viví años sintiéndome indispuesta mientras menstruaba. No era algo que me atormentaba pero sangrar era algo para padecer todos los meses. Era vivido como el precio que pagábamos por ser mujeres.

Hace unos años comencé a cuestionarme todo sobre esa mochila que cargamos, ese peso tan particular que generan nuestras falsas creencias. En ese proceso llegó a la medicina de la Terapia Menstrual. La misma llega como una bendición a poner en orden todas las cosas que estaban dando vueltas. Conectar con nuestra sacralidad, sentirnos mujeres cíclicas y entender de una vez que somos hijas de la Luna y por ende que estamos conectadas con la naturaleza de toda forma viviente es una tarea posible y necesaria.
En las consultas intento que las mujeres sientan que es más sencillo de lo que parece porque así lo es. Es fundamental que cada una conecte con su mundo emocional, sin miedo y sin prejuicio. Nuestra naturaleza cíclica y cambiante muchas veces genera temor. Vivimos en una época que nos exige ser constantes, solidas firmes y lo que sea para ser productivas a un sistema. Cualquier naturaleza fluctuante atenta contra el plan de lo seguro. Las mujeres debemos dejar de tenernos miedo y debemos recuperar la confianza en nuestras emociones.
Para eso invito a algo sencillo como lo es un simple registro mes a mes de como están las emociones en los distintos ciclos lunares y menstruales. Nada exigente, solo estar atentas a nosotras mismas, a nuestro sentir y a los ciclos naturales. De esa manera empezamos a ser más conscientes de todos nuestros dones, empezamos a unir nuestras partes fragmentadas y nos empoderamos.
Es muy importante todo lo que deviene de esta práctica que solo nos pide estar atentas. Las mujeres empiezan a recuperar su memoria ancestral, comienzan a activar su medicina interior.
Tenemos el don de reciclarnos todos los meses. De morir y renacer. De vivir la danza espiralada.
La magia de ser mujer es el principal Don. Nuestra responsabilidad es habilitar a que todo suceda y permitirnos vivir con todo nuestro potencial.
La terapia menstrual nos facilita un sinfín de herramientas para vivir en tan necesaria reconciliación con cada parte de nosotras mismas. El amor incondicional a nuestra naturaleza originaria es la principal medicina!"
Natalia Amengual: Naturopata, Terapeuta Menstrual, Consultora del Oráculo de la Mujer Sagrada y arteterapeuta.