DE LO MISTERIOSO A LO ECOLOGICO: LA NUEVA VISION DE LA MENSTRUACION
Por Verónica Naranjo Quintero
Pensar en nuestra sangre como posibilidad de sanación es algo que todavía genera asombro y por eso, para muchas personas quedaría más como un tema misterioso y más aún, si hablas de la posibilidad de contemplar valorar, oracular y recrear desde tu propia sangre ¡esto sí que es misterioso!
Por esta razón, he querido pensar en este escrito en las mujeres que no
conocen acerca del sangrado ecológico y que si bien podría decir muchas ideas, he intentado recoger algunas para dar a conocer este tema, siendo esto no sólo un tema, sino una experiencia que no tiene por qué ser vivida por todas las mujeres, ya que sería injusto omitir algunos contextos: cómo las mujeres que no cuentan con agua
potable para lavar sus toallas, quien no tiene dinero para comprar una copa de
luna o simplemente su cuerpo no se acomoda a la misma.

Estos contextos a quienes trabajamos en pro de la salud menstrual, no se nos pueden olvidar. Pero, hay otros contextos que desde mi acompañamiento como Terapeuta he visto y estos surgen desde el desconocimiento ¿Qué es ciclicidad ecológica? Y ese
asombro termina siendo un llamado, por eso acudo a estas líneas para procurar
dar ideas acerca de esta experiencia y para interpelar a los cuerpos menstruantes
que puedan acceder a esta experiencia de vida.
Hablar de este tema es traer a colación a varias mujeres que han trabajado en pro
del sangrado ecológico, en este caso yo deseo aludir al trabajo social que hizo la
diseñadora colombiana Diana Sierra, la cual se cuestionó en su quehacer
profesional y desde ese interrogante se fue a trabajar con algunas comunidades
del África, estando allí, se dio cuenta que las niñas no siempre podían asistir y
aprender lo que ella quería enseñarles, ni trabajar, ni mucho menos estudiar; a
causa de su periodo menstrual. Además, su investigación la llevó a reflexionar que
el 40% de la población de las mujeres en el mundo no tienen acceso a productos
para su ciclo. En consecuencia, la diseñadora Sierra fue creadora y revolucionara
con su marca Be Girl donde surgen los diseños de las toallas ecológicas para las
niñas del África y ahora para muchos lugares vulnerables por la pobreza y la
escasez de recursos. Lo anterior, hace que se medite acerca de muchos temas
que han girado en torno a la menstruación y que según la literatura y la
experiencia de las abuelas, decir que alguien había “enfermado” no siempre era
una buena noticia. Es más, la menstruación fue un tema que se trató como algo
misterioso e incómodo para la sociedad.
Para dar un poco de contexto de dónde surge el abandono de las toallas
ecológicas, podría traerse a la colación que después de la I Guerra mundial, las
enfermeras dieron a conocer la venda de algodón que absorbía la sangre de los
heridos, pero ya no para el uso de los hombres que terminaban mal en combate,
sino para las mujeres en su menstruación, y es desde ese momento donde inicia
la campaña de toallas higiénicas y se abandona las compresas que se usaba de
manera ecológica, a tal punto que hoy las encontramos con sus diversos tamaños,
texturas y olores, igualmente, hay otros inventos que ayudan a la mujer a
“enfrentar” sus días, tales como: los pañitos húmedos, jabones íntimos, tampones,
etc. Como argumentó la revista Newsweek, mientras en la sociedad poco se habla
de este tema, las campañas y diferentes medios publicitarios ofrecen desinfectar
la sangre con imágenes de líquidos azules de diferentes olores y mujeres que
están felices con los productos que usan. Pero, podríamos preguntarnos ¿Qué
pasa con las niñas que ni siquiera tienen un calzón para ajustar una toalla, o que
no tienen la idea de cómo es una toalla?
Además de lo anterior, también en esta campaña se reflexiona el problema de la
contaminación que ocasionan las mujeres con el uso de la toalla higiénica, se dice
que la descomposición de una toalla se demora 100 años. A esto se le suma que
las toallas higiénicas no son del todo saludables para el cuerpo de la mujer,
comenzando por irritaciones o infecciones, aseguran especialistas que esto es lo
que hace que muchas mujeres pasen por varios productos, para experimentar con
cual se sienten mejor.
Para concluir, las toallas higiénicas pueden ocasionar malestar en el cuerpo de la
mujer y contaminan el útero que nos da vida, nuestro planeta. En este sentido,
queda la pregunta: ¿Si el aporte que debemos dar hoy como mujeres, es
comprender nuestro ciclo menstrual en materia ecológica?
Si la respuesta es, sí deseo vivir como mujer cíclica mi sangrado ecológico,
existen al día de hoy muchas formas de hacerlo, yo conozco algunas y las deseo
mencionar: toallas ecológicas, copa de luna, interiores con tecnología especial
para los días del sangrado y para el flujo menstrual, sangrado libre; y deseo
sumar a esto la voluntad de sentir que somos una con el planeta y que de esta
manera nos unimos al gran útero que es la madre tierra. Ahora que estamos
viviendo época de confinamiento puede ser un momento para unirnos a la
sanación a partir de nuestra sangre y atrevernos a nuestro sangrado ecológico
¿Te animas?
Verónica Naranjo Quintero
Terapeuta menstrual, Teóloga y Bioeticista,
Creadora de Talita Qumi
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