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De Consultante a Terapeuta: mujer-mujer


Por Livia Animas de México

Mi viaje a tierras Colombianas en 2014 nunca pudo ser mejor, mi propósito inicial era visitar a mi gran hermana del camino Melisa, conocer su tierra y su familia. Con fortuna acepte lo inesperado, un viaje a las montañas de San Agustín donde entraría como consultante de la Terapia Menstrual.


Mi conocimiento sobre la Terapia Menstrual era muy general, me encontraba con un par de años reconociendo y sanando mi linaje femenino, participando primero en un círculo de mujeres y posteriormente generando el propio.

Encontrarme dispuesta a la incertidumbre fue la puerta para recordar desde la inocencia, el fluir y sólo sentir, dejar los conceptos de lado y sólo estar.

El amor estuvo presente en cada sesión, en cada ejercicio, en las palabras y la dedicación de mi terapeuta, llegue a lugares oscuros, algunos dolorosos otros placenteros, pero nunca me sentí sola, estaba siendo sostenida por mi terapeuta y por otras mujeres en el círculo.

La experiencia como consultante me dio la oportunidad de tener el panorama más claro y dejar a un lado mis dudas de que tipo de terapia me gustaría dar a otra mujer y me propuse iniciarme cono terapeuta menstrual, lo cual pude realizar este año acompañada de mujeres maravillosas y del sagrado amor de Zulma.

En 2015 ya dentro de la certificación se terminaron de resolver aspectos ya trabajados, además del descubrimiento y re significación de mi ser mujer y de mis ganas sinceras de querer ser una vía y un canal de trabajo. Nada fue igual todo, fue distinto, la energía, el amor y los encuentros fueron diferentes.

El proceso que yo había elegido años antes con charlas con mis amigas, con terapeutas, psicoanalistas, ceremonias de peyote, depresiones en soledad y acompañada, círculos de mujeres, lecturas y cantos finalmente lo que necesitaban era conectarse con mi historia y las mujeres de mi familia. Con la muerte de dos de mis tías maternas decidí en cada momento honrarlas y agradecer cada paso que dieron y ahora honrar cada paso y decisión que dio y dará mi madre, un conjunto de acciones, procesos, espirales y líneas rectas.

Menos de un año transcurrió y en estos momentos estoy a punto de iniciar mi tesina con dos de mis mejores amigas y mi hermana, me siento lista y llena de incertidumbre pero con cada uno de mis aspectos actuales más claras, vivo mucho más en el presente y lo disfruto como cuando era niña.

Agradezco infinitamente a todas las mujeres que me he encontrado en esta vida, cada una me ha otorgado todo lo que pudo dar en ese momento, cada una me inició a su forma en el reconocimiento de mis ser mujer, la exploración femenina, la sanación del linaje femenino, estoy lista para abrazar y sanar mi masculino. Dentro todas la totalidades lo que queda es el amor, el amar el proceso, y amar todo lo hermoso que la vida me ha otorgado.


Elena Ray

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