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"Aborto"


Amo a las mujeres, las amo profunda e incondicionalmente. Las amo tanto que mi vida entera se ha volcado a acompañar a mis hermanas en todos los procesos en los que puedo estar. Desde mi pequeño rincón en este mundo sostengo círculos, acompaño gestaciones y partos, acompaño puerperios y también en una forma más silenciosa acompaño abortos.

Acompañar abortos en un país donde es ilegal en cualquier circunstancia después que así lo decidiera una dictadura fascista es una labor que incomoda, incomoda porque la moral conservadora se nos ha incrustado en los huesos y en pleno siglo XXI estamos discutiendo un proyecto de ley que nos dejaría en las mismas condiciones que países como Afganistán o Irán (países islámicos por cierto) que autorizan el aborto en casos específicos, pero estamos muy lejos de países occidentales que intentamos imitar como Dinamarca, España o Italia donde el aborto es legal en un solo caso extremo: Cuando una mujer no quiere ser madre.

Hay muchas mujeres que no están de acuerdo con el aborto y me parece muy bien tener una postura definida en la vida, pero esto no es un tema de gustos. Nadie aborta por gusto, nadie aborta porque no tiene nada más que hacer o porque quiere probar cómo se siente, abortar no es un deporte ni un hobbie, las mujeres que abortan lo hacen por necesidad, por sus circunstancias, por su edad, por su carrera, porque está sola y no existe el padre de la criatura, porque no pueden tener más hijxs de los que tienen y más importante que cualquier otro motivo: Porque no quiere tener ese hijx. A mi me parece que es un derecho humano escoger la maternidad, porque nosotras no "prestamos el cuerpo" como sostuvo una senadora designada hace algunos años, nosotras no estamos destinadas por deber divino a ser madres, somos mujeres empoderadas y fuertes, sabias y contenidas, capaces de decidir.

Acompaño abortos porque me parece un deber moral, una responsabilidad ética acompañar a mis hermanas en sus decisiones, no soy quién para juzgarlas. Del mismo modo que no juzgo a la que escoge parir en una clínica, como no escojo a la que toma anticonceptivos, como no juzgo a la que usa toallas de plástico, acompaño desde el no juicio, porque eso también es saber sostener un círculo, sostener cada fibra de un tejido invisible de hermanas. Estar en la oscuridad de la soledad de escoger abortar, porque el aborto es algo que no le cuentas a nadie, es algo que al menos en Chile se hace de manera clandestina, vas al metro rogando que el vendedor no sea un estafador y te venda la pastilla correcta, llegas a casa y lo vives sola y ahí queda, no lo cuentas, no lo lloras, no lo hablas. SOLA, y finalmente es eso lo que duele, la soledad de la incomprensión en una sociedad inquisidora incapaz de empatizar con el dolor. Yo no las podría juzgar, no nos podría juzgar, porque escoger tener un bebé significa que durante nueve meses tu cuerpo cambia, tu mente cambia, tu vida cambia, ¿cómo podría juzgar a una mujer que escoge ser ama y soberana de su cuerpo?

Sostener círculos, llamar hermanas a mis hermanas, significa estar siempre e incondicionalmente para sostener firme su mano en el camino que ella quiera transitar, para ir con ella donde quiera ir, porque las amo, nos amo. Porque ser círculo es ser luces y oscuridades, porque ser círculo es amarnos sin juicios y ser capaces de sólo amarnos, de estar ahí cuando hay que estar y muchas veces cuando nadie más está.

Yo se que tú que estás leyendo esto estás a favor del aborto o en contra, pero ten en cuenta que no eres un sólo corazón en el mundo, eres mujer, eres hermana, eres prima, eres amiga y aunque tú no quieras atravesar por esa experiencia es necesario que entre todas seamos capaces de contenernos y sostenernos en esos momentos, el amor entre mujeres es la única forma de hacerle frente a un sistema patriarcal que nos ha enseñado a estar lejos.

Las mujeres abortamos desde siempre, las indígenas abortaban desde hace siglos. Una lamgnien me dijo hace años que las huincas hablábamos mucho del parto mamiferizado y del respeto al parto y que estábamos empezando a comprender que era un portal energético y sagrado, pero que aun no lográbamos comprender que para las mapuche y muchas otras ancestras, desde siempre el aborto ha sido lo mismo. Un portal energético, se pide permiso a la pachamamita y se ofrenda, se agradece y se honra, porque es un portal, igual que el parto. Intensiono y pulso que más temprano que tarde comencemos a darle ese lugar.

Nos toca aprender a no juzgar, aprender a sostener úteros y no encadenar morales, nos toca abrazar en amor y ser red.

Si tu abortaste, no estás sola. Si tu piensas abortar, no estás sola, yo estoy aquí contigo.

Con amor profundo.

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Colaboró con el Lunario de Octubre: Kuyen

Animal, mamífera, mujer, hija, hermana, compañera, hermana de mis hermanas, madre de muchos proyectos y sueños, vegana y feminista por amor y convicción.

Tallerista de sexualidad y auto-conocimiento para mujeres,de sexualidad para niñas, para parejas, de fertilidad consciente. Doula, de gestaciones y partos, también de abortos. Acompaño en la crianza, consultora del oráculo de la energía femenina, sostenedora de círculos y terapeuta menstrual.

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